La calidad de las hojas es primordial, pero no la única clave. “Es importantísimo saber prepararlo” Y aconseja:
El té no se estaciona. Cuanto más fresco, mejor.
Hay que conservarlo lejos de aire, luz, calor, olores y humedad.
Guardar en tarros de cerámica o latas, herméticos.
El agua no deberá pasar los 95ºC (justo antes del hervor) para el té negro o rojo. Para el verde, 85ºC.
Tiempo de infusión: 1’ para el verde; 3’ para el negro.
Los saquitos son de calidad si en su interior hay pequeños cortes de hebras (fanning) y no un polvillo.
Colocar el saquito en la taza y después echar el agua.
No estrangular el saquito hasta exprimir la última gota, dado que ese resto suele ser muy astringente y amargo.
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